Mi hermano Argelis era una tremenda persona, con tanta firmeza puedo decir que cada uno de nosotros fuimos tocado de una manera o otra por el servicio de Argelis.
Desde chiquito le encantaba los carros, conocía toda la clase de carros. Y que memoria tenia, se sabia como llegar a los lugares con solo un viaje. Nosotros los llámanos el “Google Maps” la tecnología no se necesitaba con el. Cuando niño Gregory y el se metían en travesuras como pretendiendo que eran atletas de lucha libres y le rompían las bases de cristales a mami.
Tambien nos saturaba con repetir y mímica las películas de Fast and Furious, Rush Hour y Bad Boys. El decía “wha who yeah” las palabras de Rush Hour. Hasta imitabas acentos después de ver las series de narcotraficantes. Nos reíamos de que tan bien hacías sus imitaciones.
Lo mas grande de el era su servicio. El dejaba sus responsabilidades para ayudar a los demás. El se olvidaba de si mismo pensando en otro. Me recuerdo que mi madre insistía que el estudie, pero el prefería cortar clases para servir. Cuando le preguntábamos que estaba haciendo siempre tenia un cuento. Tanto así que terminaba los cuentos un texto bíblico. El ayudo a tantas gentes y nosotros inocentemente no sabíamos. Lo que el hacia con la mano derecha no sabia la izquierda. El ayudaba la gente sin cobrar, sin reclamar, y no se negaba. Que ser humano tan honorable. Como dijo el Papa Francisco “Si puedo ayudar al menos a una persona a tener una vida mejor, eso ya justifica la ofrenda de mi vida.”